Desprovistos de la misa de Miércoles de Ceniza esta semana debido a los efectos del clima, los católicos del Norte de Texas aprovechan para que la Cuaresma sea un periodo de reflexión y silencio. Madres católicas consultadas por Al Día, compartieron sus propósitos luego de un año de pandemia y, más recientemente, una nevada histórica que dejó sin luz a cientos de miles en la región.
Noemí Muñoz, una madre de cuatro hijos de Dallas, dijo que esta semana perdieron agua debido a la crisis y que ha sido un momento de aprendizaje para sus hijos. “En tener que recoger agua, y después hervirla, y tener que tomarse una ducha con una copa”, contó.
En relación a la Cuaresma este año, dijo que es importante apreciar lo que tenemos, como agua potable en la casa.
La Cuaresma — empieza el Miércoles de Ceniza— es una temporada de reflexión y oración y dura 40 días en preparación para la Pascua. Normalmente, hay misas en las diócesis de Dallas y Fort Worth, pero debido a la emergencia de clima en el Norte de Texas y en todo el estado, esta semana la mayoría de misas del miércoles fueron canceladas. De acuerdo con la Diócesis de Dallas, muchas iglesias distribuirán ceniza el domingo.
En medio de las dificultades de esta última semana, algunos católicas encuentran la fuerza para seguir adelante con su fe.
‘Reflexionar y sanación espiritual’
En vez de sacrificar algo para la Cuaresma este año, la residente de Grand Prairie, Mary Domínguez Santini, dijo que va tomar este tiempo para reflejar y reimaginar la paz y unidad en su vida, y difundirlo a otros también.
“El año pasado fue duro para todos nosotros y, la verdad, espero que aprendamos apreciar las cosas pequeñas que tal vez dimos por sentado”, escribió Domínguez-Santini en un mensaje.
“Este 2021 es una oportunidad para reflexionar y (para la) sanación espiritual. Espero que podamos tomar la Cuaresma como nuestra oportunidad para repensar quiénes somos, qué hacemos. Algunas personas piensan que sacrificando una soda o no comer dulces es un sacrificio, pero con todo lo que hemos pasado, quiero promover unidad y paz. Sigamos promoviendo y enseñando a nuestros hijos esta oportunidad para revisar nuestra espiritualidad y cercanía con nuestra fe”.
Muñoz, quien observa las tradiciones de la Cuaresma con su familia, dijo que tomará este tiempo como 40 días de silencio. Cuando Muñoz iba al trabajo antes de la pandemia, apagaba la radio de su auto. Era parte de su tiempo en silencio para reflexionar. Ahora que está trabajando desde casa, busca maneras para seguir observando esos momentos de silencio.
“(Voy a) mantenerme alejada de las redes sociales y no prender la radio”, dijo Muñoz. “Me gusta tener la radio apagada durante este tiempo para reflejar. Cuando lo apago, se que es el tiempo de tener conversaciones a profundidad con Dios. Creo que es un buen momento para decir: ‘OK, vamos a apagar la televisión y las tabletas y tener un tiempo de reflexión. Creo que en general este año es una gran oportunidad para estar agradecidos por las cosas pequeñas que podemos tener, como tener comida en nuestra mesa”.
Para Magaly Medrano, de Grand Prairie, quien viene de una familia con profundas raíces católicas, dijo que su sacrificio este año será el ayuno, algo que trata de hacer cada año.
“El ayuno es lo que estoy sacrificando”, Medrano dijo. “Yo trato de no desayunar y tomar mejor una comida, o un snack más tarde. Lo hago para pedirle a Dios que toda mi familia estemos bien, seguir sus indicaciones”, dijo.
“Trato de llevar la palabra de Dios tanto en mi familia como con mis hijas, para que ellas sepan cómo llevar un ayuno cuando ellas decidan hacerlo más adelante. Hasta ahorita, bendito Dios, nosotros no nos hemos enfermado del covid, y eso es más que suficiente para dar gracias a Dios y pedirle que hasta ahorita sigamos”.
