La escasez de algunos alimentos no solo se ve en los anaqueles del supermercado cuando usted va de compras, sino ha afectado también a las comidas que se sirven a los estudiantes de Dallas en las escuelas del DISD.

La falta de materias primas como pollo, carne, espagueti, avena, pan o hasta productos de papel, como platos y servilletas, ha puesto a las autoridades educativas en un aprieto al tener que cambiar de último momento el menú que se tenía planeado, debido a que no hay disponibilidad de ciertos alimentos.

“La variedad de alimentos que teníamos ya no es posible, sea por que los fabricantes o procesadores no pueden mantener el volumen de producción, por la sequía o por las inundaciones o por cualquier cosa relacionada con el ambiente”, dijo Michael Rosenberger, director del Servicio de Alimentación del Distrito Escolar Independiente de Dallas (DISD).

Cada semestre, un equipo de nutricionistas y dietistas trabajan en la creación de los menús escolares que estarán disponibles en los siguientes meses en las escuelas. Los menús son diarios y se repiten cada tres semanas.

Con la llegada de la pandemia, algunos productos comenzaron a escasear y las escuelas han tenido que hacer nuevos platillos con lo que tienen disponible.

“La mayoría de la escasez vino después de (que llegó) la pandemia, porque mucha gente dejó de trabajar por tres meses, así que muchos agricultores y productores se atrasaron, no plantaron y no cosecharon”, dijo Rosenberger. “Y ahora con la falta de trabajadores hay problemas de abasto en la industria de alimentos”.

Ha aumentado el gasto

A diario, el DISD sirve entre 80,000 y 90,000 platos de desayuno y más de 100,000 raciones de almuerzo.

“Todos los días alimentamos a más de dos veces las personas que caben en el estadio de los Cowboys”, dijo Rosenberger. “Son muchas, muchas personas a las que el DISD alimenta diariamente”.

El Estadio AT&T, sede de los Dallas Cowboys, tiene una capacidad para 80,000 personas.

La escasez de alimentos se traduce no solo en una falta de materias primas, sino de variedad en el menú.

“Por ejemplo, nosotros trabajamos con una procesadora de pollo y antes nos ofrecía 50 productos diferentes; ahora, por la falta de trabajadores, nos dicen que solo hacen 10 o 15 productos”, dijo Rosenberger. “Hace unos días pedimos 2,000 cajas de aderezo ranch y solo nos mandaron 500; nos dijeron que eso era lo único que tenían disponible”.

Cada año, el DISD invierte alrededor de $50,000,000 en la compra de alimentos y otros productos para preparar y servir las comidas a los estudiantes de 230 escuelas que pertenecen al distrito, según explicó Rosenberger.

Además, preparan diariamente alrededor de 1,000 comidas para estudiantes con alguna alergia alimentaria.

Rosenberger calcula que en el último año el gasto para la compra de materias primas para preparar las comidas estudiantiles ha aumentado un 10%.

“Lo que está pasando en los hogares también nos está pasando a nosotros, el gasto en alimentos ha aumentado mucho para las familias y también para nosotros”, dijo Rosenberger. “Esperemos mantenerlo así, pero la verdad es que no sabemos qué puede pasar, esto es lo más loco que ha estado el mercado en 30 años que llevo dedicándome a esto”.

El funcionario aseguró que aun con la escasez de ciertos productos, los padres de familia pueden estar tranquilos de que no faltará la comida en las escuelas de sus hijos.