Con un pase de 35 yardas de Dak Prescott a CeeDee Lamb en tiempo extra, los Cowboys de Dallas lograron sobrevivir un verdadero tiroteo en Nueva Inglaterra y terminaron por vencer 35-29 a los Patriots en tiempo extra.

En su triunfo del domingo, la ofensiva de Dallas se siguió mostrando como una verdadera aplanadora y el esquinero Trevon Diggs continuó haciendo historia en la NFL.

La victoria le representó a Dallas poner su marca de la temporada en cinco juegos ganados y uno perdido para de esa manera continuar como líder de la División Este de la Conferencia Nacional.

Los Cowboys sumaron un total de 567 yardas ofensivas en 82 jugadas para promediar 6.9 yardas por jugada.

Esta fue la primera victoria de los Cowboy sobre los Patriots desde la temporada 1997, cuando Barry Barry Switzer era el entrenador de Dallas y Bill Parcells de los Patriots.

Cuando el reloj marcaba 2:11 para terminar el partido, parecía que los Cowboys tenían el triunfo en su bolsa pero un pase de anotación de 75 yardas del mariscal de Patriots, Mac Jones, al receptor Kendrick Bourne, abrió la puerta para un final dramático.

El envío de Jones a Bourne se presentó inmediatamente después de que los Cowboys habían tomado la ventaja en el marcador con un pase interceptado de Trevon Diggs que puso adelante a su equipo 26-21.

El touchdown de Nueva Inglaterra fue seguido de una conversión exitosa de dos puntos extras, pero Dallas empató el marcador 29-29 antes de que concluyera el cuarto período con un gol de campo de 49 yardas de Gregory Zuerlein.

En el tiempo extra, los Cowboys coronaron su primera serie ofensiva con el pase de Prescott a Lamb.

“Fue una excelente victoria para nosotros”, dijo el entrenador en jefe de los Cowboys, Mike McCarthy después del partido.

“Creo que este es el triunfo más importante desde que yo estoy aquí”, comentó el entrenador que se encuentra en su segunda temporada al frente del equipo.

En el triunfo del domingo, Diggs puso su nombre en los anales históricos de la franquicia al convertirse en el primer jugador de los Cowboys en sumar siete pases interceptados en los primeros siete partidos de una temporada.

El último jugador que hizo eso en la NFL fue el esquinero de los Steelers de Pittsburgh, Rod Woodson, en la temporada 1993.

Prescott sale lastimado

A la ofensiva, Prescott terminó el partido con 445 yardas al completar 36 de 51 pases, tres de ellos para anotación y uno interceptado.

Nunca antes un mariscal de campo había lanzado esa cantidad de yardas en contra de los Patriots con Bill Belichick como su entrenador en jefe.

Prescott concluyó el encuentro con una dolencia muscular en su pantorrilla derecha y será evaluado el lunes en Dallas.

“En el último pase que lancé caí mal y sentí una molestia pero voy a estar bien, ustedes, la prensa, podrán divertirse un poco especulando sobre mí esta semana, pero voy a estar bien, se los prometo”, dijo Prescott al final del encuentro.

La próxima semana será una de descanso para el equipo de Dallas que vuelve a la acción el domingo 31 de octubre con una visita a los Vikings de Minnesota.

“Es grandioso que tendremos una semana de descanso, nos servirá mucho para recuperarnos”, comentó Prescott.