Los texanos hispanos padecen más desigualdades en el acceso a la salud que los hispanos de otros estados, indica un estudio publicado recientemente.
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En el informe se midieron las disparidades en términos raciales y étnicos en los sistemas de salud del país.
Los estadounidenses de origen asiático que viven en Texas tuvieron mejor acceso a servicios médicos de alta calidad y registraron mejores resultados en salud que cualquier otro grupo étnico o racial, quedando en el 74to percentil entre los estadounidenses de todo el país.
Los texanos blancos quedaron en el 64to percentil entre la misma población a nivel nacional.
En marcado contraste, los afroamericanos e hispanos experimentan lo peor del sistema médico en el país.
Texas ocupa el lugar 44 de 47 estados analizados en el estudio de desempeño del sistema de salud para los hispanos.
En lo que respecta a los afroamericanos, Texas quedó en el lugar 32 de 39 estados analizados.
El estudio periódico de Commonwealth Fund, una firma nacional independiente de análisis de salud, reveló que las profundas disparidades étnicas y raciales en acceso, calidad y resultados de salud se han mantenido a lo largo del país, así como una marcada disparidad en muertes prematuras.
El estudio de 2024 es un análisis exhaustivo de qué tan bien están funcionando los sistemas médicos de cada estado comparando las disparidades y servicios médicos por grupo racial y étnico.
Commonwealth Fund se basa en 25 parámetros para evaluar a los estados en acceso a los servicios médicos, calidad del servicio, uso de servicios y resultados en la salud de afroamericanos, blancos, hispanos, indios americanos, asiático-americanos y nativos de Alaska, Hawaii e islas del Pacífico.
“Dicho simplemente, en promedio, nuestro estudio muestra que las disparidades existen en todos los estados de nuestro país. Aun en estados que tienen sistemas de salud fuertes en general, las disparidades étnicas y raciales en materia de salud pueden ser drásticas”, dijo Joseph Betancourt, presidente de The Commonwealth Fund.
Décadas de decisiones a nivel federal, estatal y local, así como una inversión desigual en los sistemas de salud, han tenido un efecto discriminatorio en las personas de color, que los han hecho tener peores resultados en su salud que los estadounidenses blancos, subrayó Betancourt.
Las añejas desigualdades señaladas en el estudio tienen una estrecha relación con la situación socioeconómica de las personas, dijo David Radley, científico de Commonwealth Fund.
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La salud en Texas
Texas es uno de los estados del Suroeste y la Montaña —Nuevo México, Arizona, Colorado, Oklahoma y Wyoming— en que los índices de muerte prematura de los hispanos son mayores que los de otras regiones del país, donde los promedios de los hispanos se acercan más a los de los blancos, según el estudio.
A nivel nacional, los hispanos en general tienen índices de muerte prematura más bajos que los afroamericanos y blancos, a pesar de que tienen índices más altos de carencia de seguro y peor acceso a la salud que esos segmentos.
Los investigadores resaltaron que la población hispana de Estados Unidos es muy diversa y que su acceso y resultados en salud varían, sobre todo dependiendo de su condición migratoria.
Los menores índices de muerte prematura de la población hispana podrían deberse también a su relativa juventud y a su menor incidencia de conductas perjudiciales para la salud, como fumar, señala el estudio.
Sin embargo, estudios más recientes muestran un aumento en la mortalidad y enfermedades crónicas entre las poblaciones hispanas.
Un estudio publicado este mes por Episcopal Health Foundation, una organización de Texas que estudia las disparidad en la salud, encontró diferencias de salud prevenibles entre las personas de color y las de bajos ingresos en Texas.
Los niños afroamericanos e hispanos tienden más a crecer en vecindarios con altos niveles de pobreza, y las familias de bajos ingresos tienden menos a decir que gozan de buena salud, dice el estudio.
Asimismo, esas familias suelen no tener seguro y tener mayores índices de diabetes y obesidad.
La disparidad en salud en los 254 condados de Texas está haciendo aumentar el gasto en servicios médicos y mermando la productividad en todo el estado, y la economía estatal registra pérdidas por más de $7,000 millones anuales a causa de ello, advierte el estudio.
Más hallazgos
También se determinó que los afroamericanos, hispanos, indios americanos y nativos de Alaska tienden menos que otros grupos a tener seguro médico, más a postergar la atención médica debido al costo y más a incurrir en deudas para cubrir sus gastos médicos, indica el estudio de Commonwealth Fund.
Los afroamericanos, indios americanos y nativos de Alaska en la mayoría de los estados tienden más a morir antes por enfermedades tratables cuando se tiene acceso oportuno a atención médica de calidad.
“El desempeño del sistema de salud es particularmente peor para los afroamericanos, hispanos y nativos americanos, lo que significa que esos grupos tienen más problemas para acceder a los servicios de salud, que la calidad de la atención que reciben es menor y que tienen peores resultados de salud que los blancos en muchos estados”, dijo Arnav Shah, investigador asociado de Commonwealth Fund.
Aun en estados que históricamente han sido bien calificados en las clasificaciones de Commonwealth Fund, las disparidades raciales y étnicas pueden ser muy marcadas.
Massachusetts, Minnesota y Connecticut sobresalen en el estudio por su desempeño relativamente alto en todos los grupos raciales y étnicos, pero aun así tienen notables disparidades entre sus habitantes blancos y de color en el acceso a la salud, la calidad de la atención que reciben y los resultados.
Posibles soluciones
Para cerrar la brecha entre grupos étnicos y raciales en cuestiones de salud se requieren nuevas políticas, dice Laurie Zephyrin, vicepresidenta de Commonwealth Fund.
“Este estudio deja al descubierto las disparidades persistentes que las personas de color experimentan para acceder y recibir atención médica de calidad en Estados Unidos. Tenemos que mejorar, y podemos empezar erradicando los prejuicios e inequidades raciales y étnicos en nuestro sistema de salud para que todos reciban la atención y cobertura que necesitan”, dijo Zephyrin.
Aunque las desigualdades tienen varias causas, tienen su origen principalmente en políticas federales, estatales y locales pasadas y presentes, concluye el estudio de Commonwealth Fund.
Los autores del estudio sugieren ponerse cuatro metas para crear un sistema de salud equitativo: extender la cobertura de seguro a todos; fortalecer la atención médica primaria; reducir la carga administrativa de pacientes y proveedores; e invertir en servicios sociales.
“La cobertura de seguro es un elemento clave en esto, pero es la base para que todos tengan acceso a la salud”, aseguró Zephyrin.
Texas es uno de 10 estados que no han expandido el Medicaid, una decisión que según los expertos contribuye a los malos resultados en la salud de los texanos, especialmente los de color, dijo Zephyrin.
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