El Día de los Fieles Difuntos, conocido también como el Día de Muertos, se celebra el 2 de noviembre y es una fiesta llena de tradiciones que se celebra en todo México, aunque con algunas diferencias por regiones. Lo que no falta en ninguna región es el tradicional pan de muerto.
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En el centro y sur de México, a partir de San Luis Potosí, los altares son una mezcla de la filosofía cristiana e indígena sobre la muerte. En ellos se disponen distintos tipos de ofrendas y los altares también son diferentes según la región. En Veracruz, se adornan con mucha fruta y palma, mientras que los del centro de México son más sencillos.
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En Michoacán, por otro lado, se colocan los altares junto a las tumbas y los parientes del difunto se pasan la noche en el cementerio, además de que es ahí, precisamente, donde comen.
Una parte fundamental de esta celebración es la ofrenda, en la que se incluye platillos y antojitos que en vida disfrutaba el difunto, según el asesor gastronómico Francisco Rodríguez Silva. El Día de Muertos empieza con una fiesta silenciosa, que luego toma un tinte de verbena popular, donde se disfrutan ricos platillos, explica.
Además de compartir la comida junto a las tumbas de quienes ya se fueron, la tradición también puede incluir escuchar la música que más les gustaba.
“(En los panteones) se puede apreciar a la gente saboreando diversas bebidas, tamales, champurrado, dulces, calabaza, mole, gorditas, todo lo que en vida le gustaba comer o beber al difunto”, señala Rodríguez Silva.
Pan típico de las ofrendas
Un platillo típico para las ofrendas, además de las calaveras de azúcar, es el pan de muerto. Además de ser típico de la época, es delicioso. El pan es circular y abultado, pero en el centro de la parte superior se le coloca un trozo de pan más duro, más dulce, que representa un cráneo, y de ahí le salen otros huesos (es decir, estos panes más duros y dulces que representan, precisamente, los huesos del difunto).
El pan de muerto tiene diferentes formas de preparación dependiendo de la región. Por ejemplo, en el centro del país se hace un pan sencillo con azúcar, mientras que en Michoacán se hace con “pan de hule”, un pan más oscuro y brilloso típico de la región y el pan tiene una dedicatoria para el difunto.
Aquí está una receta de este delicioso pan, que la tradición indica que se debe acompañar con un chocolate caliente.
Receta de Pan de Muerto
Receta para 6 porciones / Preparación en 3 horas
Ingredientes:
- 5 tazas de harina
- 8 cucharadas de levadura comprimida desmenuzada
- 5 yemas
- 5 huevos (2 para barnizar)
- 2 barras de margarina
- 1 taza de azúcar
- 3 cucharadas de agua de azahar
- 1 cucharada de raspadura de naranja
- 1 pizca de sal
Preparación:
Deshaga la levadura en cuatro cucharadas de agua tibia; agregue media taza de harina y forme una pequeña bola de masa suave; déjela 15 minutos en un lugar tibio, hasta que crezca al doble de su tamaño.
Cierna la harina con la sal y el azúcar; forme una fuente y ponga en medio tres huevos, las cinco yemas, la margarina, la raspadura de naranja y el agua de azahar; amase bien.
Agregue la pequeña bola de masa; vuelva a amasar y deje reposar en un lugar tibio durante una hora; la masa deber· aumentar su tamaño, casi al doble; vuelva a amasarla y forme los panes del tamaño deseado.
Ponga los panes en charolas engrasadas y adórnelos con formas de huesos de muerto y lágrimas hechas de la misma masa; péguelos con los dos huevos batidos, ayudándose con una brocha para untarlos.
Una vez listos, barníceles la superficie de la masa con huevo y espolvoréeles azúcar; métalos al horno precalentado a fuego medio, a que se horneen durante 40 o 50 minutos; retírelos y déjelos enfriar.
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